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Las sociedades mortíferamente infantilizadas serán liquidadas por otras más vivas y decididas, en tanto que éso es lo que siempre sucede en la naturaleza.
Nuestras sociedades occidentales están abocadas a desaparecer al estar debilitadas y heridas de muerte por tanta borrachera “woke”.
Si apostaban por que aquí ya no cabía un tonto más, fue venir un ridículo acontecimiento como el El ‘Herencia 1919’ Fashion Show, el desfile que puso colorido al Jardín de Cactus en Lanzarote, para superarlo en esa suerte de Pasarela Cibeles ridícula y aberrante en la que desfilaron miembros entre otros, presos, y ante un público femenimo nostálgico de las muñequitas de toda la vida (la Nancy, la Barbie, los barriguitas y todo éso).
Y es que la cabra siempre tira al monte, y si decretas que jugar a las muñecas no es cosa de niñas, es evidente que el instinto se impone y salen cosas como éstas.
Y ahora, si no eres un patético feminista, recuerda que eres un don nadie, como antaño si eras un hereje (aunque tengas razón, por lo que tienen que callarte y joderte si no quieres se estigmatizado por los tiranos popes de estas patéticas desviaciones pseudorreligiosas).
Entre lo auténtico y lo ridículo, nos quedamos con los presos, más que nada porque son las muñequitas de toda la vida con las que se entretienen las féminas jugando a ser mamás (si bien nunca lo habrán sido ni lo serán en tanto que la mayoría de ellas les es vedado por estar proscrito por el abrasador globalismo, al ser europeas, blancas y producto de las cultura griegaromana y cristiana).
Vean las fotos y se convencerán y si quieren ver más pues vean en La Voz de Lanzarote.
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