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El aserto de que el Régimen del 78 (R-78) es una degeneración del franquismo es tan cierto como que hay día y noche.
El soberanismo ha sido secuestrado por el globalismo; la probidad, por la corrupción; la integridad, por la degeneración.
Desde la ominosa Constitución del 78, dictada por lacayos al servicio del mundialismo, la degradación ha sido manifiesta con la perversa intención de que los traidores al franquismo (que pudo pervivir sin la depravada dinastía bubónica, esto es, los Borbones) de vivir a nuestra costa, de puta madre.
Esta castuza está presente por la consentida liquidación de España, excretando reinos de taifas al servicio del Nuevo Orden Mundial dirijido por la sinarquía (conglomerado de las grandes corporaciones financieras, industriales y mediáticas).
Los criminales que han configurado esa castuza política a lo largo de este periodo son los franquistas, fachas, fascistas y nazis en modo degenerado, hasta el punto de que en su esquizofrenia, se presentan como progrejetas y separatas que forman parte de la oligarquía al servicio del globalismo. Para muestra una condición sine qua non: odiar a España. Ya quisieran ser todo aquéllo con que etiquetan al enemigo estos genocidas.
Para ellos lo importante no era España, era destruir España para que los paniaguados del franquismo, y ahora sus hijos (en tanto todos fueron lobos criados a la teta del régimen de turno) pudieran colocarse en un sinfin de instituciones creadas al albur de la prostituida Constitución del 78.
Son ya 42 años de oprobiosa tiranía que ha reducido a la ignonimia y al sojuzgamiento a todo un pueblo al que se le ha privado de su identidad, pero con su aquiescencia, en tanto aún cuando inicialmente fue engañado por el Borbón y sus sicarios políticos, ahora está inerme por su cobardía.
Entérense que el R-78 es ilegítimo, ilegal e inmoral y que por fin, colapsa, y aunque tenga un enorme coste, lo aplaudimos.
Son una vergüenzan para sí mismos y para los demás y les llega su hora.
Para una radiografía histórica consistente, lean este artículo de Pérez Tomé Desde el 11M, todo es 11M o vean esta reseña sobre el libro de Grande Caballero, La dictadura en tiempos del virus: Acaba la vida y empieza la supervivencia.
Sepan igualmente, que como pueblo han sido vaciados de su identidad y no son más que zombis sin derechos ni libertades que deambulan como boxeadores sonados en el ring al calor de su canguelo con tal de no perder su estatus paniaguado (y que les anticipamos que perderán, pues es merecido).
Obsérvense y verán que son caricatos con bozal, sin un puto duro en el bolso y sin ningún horizonte vital. Estos sociópatas criminales les abocan a una existencia anodina atemperada por los tranquilizantes, cuando no al suicidio, mientras ellos se lo llevan crudo, aún cuando como genocidas, a sus espaldas haya más de 54.000 muertos con la excusa del coronatimo.
Mientras, los Ceaucescu de Galapagar protegidos por la Securitate de turno en versión cañí de los tontons macute seguirán disfrutando de todo lo que les están vampirizando en tanto se alimentan de seres indolentes como una gran parte de ustedes.
Adviertan que se encuentran ante una disyuntiva en este ansiado colapso (al menos por nosotros) del R-78: o la contrarrevolución (la de ellos, en formato comunista al servicio de su amo, el globalismo) o la R-E-V-O-L-U-C-I-O-N S-O-C-I-A-L y N-A-C-I-O-N-A-L.
Esa es la nuestra, la de los ciudadanos que creemos en una España eterna, en unos valores, historia y tradición imperecederos a pesar de los tiempos. Lo social que entronca con el pueblo, sin lo nacional que entronca con la Patria, no puede coexistir y viciversa, precisándose ambos.
Los patriotas, en sus diversas corrientes, sabemos que nuestro momento llega y aunque no dispongamos de todo aquéllo de lo que el enemigo dispone hay factores que juegan a nuestro favor: los errores del enemigo, en los que perservera, y que le acabarán liquidando para dar paso al reverdecimiento de una organización fundada en la ley natural, con un territorio, un pueblo y un líder, sin intermediarios políticos que secuestren España y aislada de ese mortal virus que es el globalismo.
Esa Revolución acogerá como referente nuestros principios, los fundados en la ley natural, la única que es legítima jurídica y moralmente y no habrá espacio político para los genocidas que conforma esta castuza oligárquica cerdocrática.
Ah, y en todo ese proceso, no esperen nada de esa disidencia pepera controlada que sigue siendo Vox, o ¿acaso vieron a Abascal en la manifestación del 12 S convocada por la plataforma Pedro Sánchez Dimisión?. No, no los verán porque son parte del pasado que quedará sepultado por el colapso donde se producirá una recolocación histórica previsible, la de ese enemigo freudiano que es Franco para el progrejeterío patrio, pasando nuevamente de su condición actual de villano a héroe para escarnio del R-78 en tanto que al final, y nuevamente, la Verdad, triunfará. Y con ello, recuperaremos nuestra libertad, secuestrada por el infame R-78 y seremos dueños de nuestro destino histórico: una España eterna llamada a ser referente del soberanismo tras aplastar en su territorio a los abyectos fines globalistas.