Tiempo de lectura aprox: 1 minutos

 

Cuando la tiranía es ley, la rebelión es orden.

Sobran los argumentos para concluir que vivimos una tiranía globalista y faltan los arredros para destruirla.

La única reacción a la opresión es plantarle cara al enemigo y ganarle la batalla.

Como en física, cuando hay en juego fuerzas contrapuestas implica que a la acción tiránica le sucederá en respuesta una reacción.

Quizá asistamos al hundimiento de esta tiranía globalista (y si quieren conocer qué les espera, pueden escuchar la conferencia de Pedro Varela de diciembre 2021 titulada El hundimiento), que quizás preceda otra tiranía mayor, también globalista, gracias a la Agenda 2030, renunciando a nuestras naciones y pueblos, y en definitiva a nuestra tradición ancestral para somerterles a una dictadura mundial tecnocráctica.

El hundimiento económico, político y social es seguro, aunque desconozcamos el momento exacto, y quizás mañana sea tarde para salvarse.

En un horizonte próximo, no les quedará otra que abandonar su cobardía y coger al toro por los cuernos con un movimiento social que como un tanque pase por encima de sus enemigos  y que dé lugar a un movimiento político que destierre todo lo que le precedía, abjurando de lo anterior y limpiando toda esta escoria ideológica globalista que asola nuestra querida Europa y particularmente España.

Piensen que nada es eterno salvo Dios y nuestras almas y que su misión no es permanecer como esclavos, cobardes y resignados, sino como guerreros que como la semilla enterrada, germinaron y fueron fecundos, retornando a sus raices y tradiciones.

Nuestro destino es ser libertos que se sacudirán sus cadenas.

Y llegará el día en que los malvados pagarán la distopía, la opresión, el sufrmiento y el genocidio causado. Y sólo pueden pagarlo con lo que para ellos es más preciado.

 

Por PxE