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Reproducimos la primera parte del artículo de nuestro presidente, publicado en El Correo de España.
La chusma antiespañola, siempre dando el “ejemplo”, pero a su vez, recibiendo su castigo.
Éso le ha pasado al responsable podemita de La Rioja, Mario Herrera, saltándose el toque de queda en la pasada Nochevieja, al que Dios le castigó sin piedra ni palo.
El que empotrara su BMW contra un árbol mientras circulaba por su urbanización (un club de golf en La Rioja como no puede ser menos) obedecía a que o se le apareció el pajarito de Chávez, o a que iba distraido o con el champán de Año Nuevo.
El cuento del amiguito que llevaba a urgencias no se lo cree nadie. Y no dimitirá.
Así es siempre. Nadie dimite en cuanto ingresan en la mafia partitocrática. De ello se infiere que su único fin es arreglarse la vida a cualquier precio y a nuestra costa, los que aún producimos para este atajo de mangantes.
Los miembros de esta mafia partitocrática no son peores que padrinos, patrones, “soldados”, sicarios, espias o «sapos» de la mafia o de los narcocárteles.
Tanto afirmar el tal Herrera << en España nos faltan dos cosas para estar al nivel de Europa: Guillotinas y haber quemado más iglesias >> que al final, pasa lo que pasa.
Como ven, están aquí para forrarse y aprovechar el «efecto chalet» al calor del Quasimodo de Galapagar.
De hecho un tercio de los diputados podemitas se pulen nuestra pasta en inmuebles. De ello se deduce que han tenido que encontrar su sitio en su particular cosa nostra, para poder comprar un pisito o lo que sea, pues de otra forma, estos parásitos estarían viviendo de subsidios como ya tienen a gran parte de españoles, tapando (inúltilmente) mediante un ejercicio de propaganda estalinista una realidad: que las colas del hambre en España están ahí, y que están engrosadas por españoles.
Esta chusma antiespañola al servicio del globalismo, colaboracionista con el enemigo (personificado en gregarios de lujo como Bill Gates, George Soros y demás comparsa) y por tanto de la genocida Agenda 2030 es (aunque no exclusivamente) esencialmente es hispanófoba y entregada al mal por mor de su frustracción dimanante de condición parásita, que tiene su origen en su incapacidad para ganarse la vida honradamente. Son los sucesores del régimen postfranquista, en versión degenerada.
Como el diablo, viven del conflicto social y de la división de la sociedad, haciendo buena la táctica leninista.
Eso sí, son una piara que no aguantará un temporal histórico que arrase con toda esta mierda, sencillamente porque no tienen dos guayas encima, debido a que la molicie les ha condicionado su fortaleza, transformándolos en “flojos”.
Gobiernan para ellos, trabajando para el mal, y por supuesto, contra el resto de españoles que no son cómplices de su culto a la subversión y con ello la destrucción gramsciana de todo lo que durante siglos nos ha conferido identidad, fortaleza y prosperirdad a nuestra Nación. Sí voy a decir el nombre para que si alguno de éstos me lee se atragante: ESPAÑA.
Disfrutan como súcubos al servicio del mal que anida (sin saberlo en su mayoría) en la sinarquía de toda la vida, rindiendo culto a la eugenesia (como los masones Bill Gates o el viejo George Soros) y al genocidio.
Esto no es casual y desgraciadamente no han sido víctimas de sus políticas para comprobar que su maldad tiene consecuencias irreparables.
Prueba de ello es que con la excusa de la «plandemia¨ el resultado es propio de un genuino genocidio geriátrico globalista (con la complicidad del resto de españoles por su inacción y cobardía) patente y cuantificable: más de 83.000 abuelitos que han ido a «criar malvas» gracias a «la gestión» ejecutada en modo de plan de exterminio disimulado por ese “buenismo” santurrón tan despreciable, con la excusa del coronafraude.
Ah, y no se les ocurra protestar, no vaya a ser que la fiscalía (tentánculo del ejecutivo) pida 20 meses de prisión para el hombre que comía roscón a 100 m. del casoplón de ese jeta, el Quasimodo de Galapagar.
Eso sí, sin el «aparato» corrupto no son nada, porque saben que no tienen dos guantazos (para verguenza de Lenin, Stalin, Castro o Chavez).
Y así basta con ponerles a Manolo Escobar para que empiecen a temblar.
Como las cursis nenezas tiran de querella, que no les cuesta, contra el patriota Miguel Frontera por retratar de «garrapata» a Pablito Montero y «analfabeta» a Irene Iglesias. Como si fueren intolerantes al “jarabe democrático” que tanto dispensaban estos hipócritas globalistas. Pero de nada les va a valer (los tribunales no se acaban en España), salvo para incrementar con inquina esa olla a presión que inevitablemente estallará y que se llevará muchas cosas por delante (así lo enseña la historia).
En una nación sana y seria estas alimañas de la cosa nostra política (pijos, idólatras del mal, desquiciados, engañados y desde luego parásitos todos) no sólo tendrían sus organizaciones ilegalizadas, sino que serían enjuciados por traición a España. También serían carne de psiquiátrico por tanto como se han metido (y por lo que se meterán) confirmando que son cargas sociales sin remedio, presas de los tranquilizantes y quizás, también, carnaza de suicidio en un arrebato de lucidez para compensar el mal causado y evitar un gasto social innecesario.
En España (nación que han hecho enfermar hasta la extenuación) están instalados en la nomenclatura mafiosa del régimen al calor del sueldo público (aunque no tengan ni la EGB ni hayan trabajado o creado riqueza y empleo en su puta vida) porque su cobadía les impide desarrollar actividades honestas con las que ganarse la vida.
Vean a Sánchez, El exterminador, cómo ha dotado a su mierda de presupuestos para 2021 en más de 16 mlls. de euros para mantener a más de 450 asesores de los que la mitad no tiene ni estudios superiores (salvo en parasitismo, holganza y molicie).
España tiene un establisment catastróficamente calamitoso, aunque sea el merecido por al menos una mitad de España, si no más. Prueba de ello es cómo un concejal de Sevilla, Cabrera, de la PSOE trata a un propietario de un restaurante en Sevilla por no querer incumplir la normativa sobre reuniones. Le tilda de “Machupichu” por ser argentino. Este concejal, además de señorito andaluz gracias al rojerío globalista no es más que alguien que desprecia a nuestros hermanos hispanoamericanos.
Como comprobarán, esta escoria de establisment patrio no es más que un pudridero.
Pero todo está así en este degradado «mundo postdesarrollado», y así, en Italia tienen a la mafia, Hispanoamércia a los narcocárteles y en España no necesitamos nada de éso, porque tenemos nuestra propia mafia, la partitocrática, aunque en clara conexión con los narcoestados hispanoamericanos.