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Para continuar nuestra lucha (cargada de razones, las que el enemigo no tiene), dos acontecimientos, uno pasado y otro futuro.
1.- Profanación de la tumba de José Antonio
Otra muestra más de la degeneración de este puto régimen. Todos sabemos que Jose Antonio murió como murió y en este caso, a manos del rojerío perdedor, en un juicio amañando y en una ejecución muy propia de esa chusma.
A todos estos «afectos» del régimen se les acabará la «tontería» revanchista en cuanto no sean regados por dinero robado a los españoles y a manos llenas.
Nada es gratis y todo volverá a su ser.
Estos españoles son semilla que mañana dará fruto y el enemigo lo sabe y cuando éso suceda, los que ahora son cómplices con su silencio se desharán en justificaciones que no les restarán un mínimo de culpa. Más bien al contrario.
Y para despedir, nuevamente, a José Antonio, hay que acabar como hay que hacerlo, cantando el Cara al sol y gritando las consignas de rigor, y ello con el placer de hacerlo ante esos cipayos al servicio del enemigo, del tirano, que no de los españoles.
2.- 28-M, nuevo putiferio electoral autonómico y municipal
A falta de una fuerza igual o superior que liquide este puto régimen, lo mejor que se puede hacer es no ir a votar.
Toda esa mafia partitocrática busca con su complicidad, mediante el voto, la perpetuación y justificación de su corrupta existencia en las diversas instituciones. No te representan. Sólo se representan a sí mismos, en el mejor de los casos, y además, sólo sirven a sus amos, los capos de los partidos en tanto no están sujetos a mandato imperativo alguno.
Cuando una significativa mayoría no vote, tal vez haya llegado el momento de arramblar con este corrupto régimen representado por traidores que trabajan como agentes de potencias extrajeras.
Por éso, cuando les pregunte si van a votar, contéstenles que no votan a hijoputas y que les vote Txapote.
Así lo dejarán, incontestablemente, en todo lo alto y a los que voten, que sepan que son cómplices de perpetuar la tiranía.