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El medio El Confidencial Digital ha publicado una noticia de alto impacto tituladaMarruecos planificó una invasión masiva de civiles en Ceuta, Melilla y Canarias, aconsejando su lectura porque todo en ella es interesantísimo.
En resumen, esa invasión se planificó por el difunto rey moro Hasan II. Sí, ese que era como un hermano para el traidor Juan Carlos I de España, perteneciente a la dinastía bubónica, casa real francesa, y por tanto, enemiga de España.
Marruecos, una nación enemiga de España, protegida por potencias anglosionistas, enemigas también de España, debiera reaccionar y plantar cara a esa potencia enemiga y acabar de una vez por todas con esta puta invasión que se está llevando a cabo silenciosamente y con la complicidad de los correveiles del actual régimen del 78.
Pedro Sánchez como traidor, corrupto y genocida marioneta del globalismo encarnado en la corporatocracia de la ONU, OMS, OTAN y UE, entre otras siglas, está tan cogido de los cojones (Pegasus y demás mierda) por el actual rey moro Mohamed VI que permite que lo planeado por su padre Hasan II quede validado en cuanto a objetivos y medios.
El plan consistía (y consiste, porque no ha perdido vigencia teniendo en cuenta que los pasos necesarios se están dando) en invadir Ceuta, Melilla y Canarias mediante civiles, dejando a España como contrapartida Tenerife y Gran Canaria.
Sobre ésto último, el propio plan recoge:
Sobre Canarias, desde la costa marroquí, entre Tarfaya y Bojador, saldrán barcas, barcos de pasajeros, buques de carga, con los reconquistadores y sus familias. Cada isla recibirá varias oleadas de 10.000 personas. La flota transportará 50.000 en una primera fase, y la misma cantidad en una segunda y tercera. Será un desembarco pacífico, retransmitido por emisoras y televisiones.
Cuando se cumpla el mismo operativo que en Ceuta y Melilla, la armada marroquí atracará en los puertos canarios, y el ejército se dirigirá a las islas para proteger a su gente y ocupar los aeropuertos.
Es básico crear en las calles un ambiente de pánico entre los cristianos, mediante pequeños incendios, desalojos de edificios y otras provocaciones, que generen caos, porque eso favorecerá el éxito de la operación.
Los reconquistadores deben ser mayormente jóvenes. En recompensa, se les darán las casas y comercios que logren desalojar a sus propietarios cristianos. Es importante que la población cristiana se sienta desprotegida, porque así se entregará y aceptará la evacuación a Tenerife y Gran Canaria.
La dialéctica cristianos / musulmanes está presente y plenamente vigente como choque antitético de culturas, siendo inevitable, y Marruecos, decidido y resoluto está dispuesto a continuar su plan del Gran Marruecos (que incluye además de Ceuta, Melilla y Canarias a Andalucía) a partir de la idea de Allal el Fassi y del partido político Istikal.
De Marruecos nunca ha venido nada bueno en el pasado: ni benimerines ni almohades, conllevando la conquista musulmana de la península.
Tampoco actualmente con los quintacolumnistas que aprovecharán, tras depredar España (como así están haciendo), para contribuir a la construcción del Gran Marruecos, más motivados que nunca tras ser entregado el Sáhara en bandeja por nuestros traidores favoritos: la dinastía bubónica y el traidor Pedro Sánchez.
A falta de una guerra con Marruecos (y sobran los motivos, en tanto es potencia enemiga que conspira contra España de continuo en pos del Gran Marruecos, protegido por nuestro enemigo useño y compite con ventaja con prácticas de dumping arruinando nuestra agricultura con la inestimable complicidad de la UE) que es lo que se impondría, esperen la ejecución de ese plan marroquí que se llevará a término sí o sí, porque el cobarde retrasa la guerra, e inevitablemente, la pierde.
Vean ese 2030 como la culminación de nuestro ominoso 1898 y ello sin perjuicio de las luchas intestinas en nuestra Patria por mor de los reinos de taifas resultantes de la insidiosa Constitución de 1978, superada y acabada.
No dirán que no les avisamos cuando una parte de España esté sometida a la autoridad marroquí bajo la complicidad de un monarca, un gobierno y unas Fuerzas Armadas tan felonas como los anteriores. Llevar chilaba para un español no será una opción, sino una obligación en un nacional marroquí de segunda, como lo son los bereberes actualmente en Marruecos.